Wunala Dreaming

3 febrero 2009

Como ir al cine

Filed under: De película,Manías,Money,Social ability — Patrick Ryan @ 18:40

Este fin de semana me alteraron mi rutina con una excursión en la que se incluía cena y cine. La primera parte de la excursión tuvo su complicación por la mala costumbre que tienen en algunos lugares de situar los indicadores de tal forma que los ves cuando has rebasado el cruce y te dejan con la alternativa de perderte más adelante o liar un espectáculo dando marcha atrás para tomar la dirección correcta.

Visita de noche y con lluvia por carreteras estrechas y retorcidas hasta llegamos a Marganell, optando ya por dar la vuelta porque estaba viendo que por ahí, no llegabamos a ningún sitio. Lo peor es que realmente ese tipo de carreteras, y me gusta llevar el coche con alegría, menos mal que los 65 Cv de mi Fiesta no dan para muchas alegrías, porque no eran las condiciones ideales para pisar el acelerador. Pero bueno, tras poner un poco de sentido común se consiguió llegar al punto de encuentro.

De la cena ¿qué decir? Para comer de Mexicano, o me preparo los burritos a mi propio estilo (con ingredientes innovadores y resultado -casi- siempre estupendo) o voy a lo seguro y voy al Pendejo, donde la cocina es muy buena y donde puedes pedir micheladas. Y después llego al cine.

Normalmente al cine voy con mi hermano, y hay veces que vamos a tiro fijo a ver una película concreta (por ejemplo el sábado queríamos ver Transporter 3) y otras no. En esas ocasiones, vamos hasta el cine, hablando de cualquier tema que nos venga por la cabeza. Cuando llegamos al cine miramos la lista de películas y disertamos acerca de cual puede estar bien o cual no. Llega un momento en que cada uno saca su lista de películas que cree que podría estar bien, y finalmente se acaba viendo alguna de la intersección, vamos que acaba siendo un mutuo acuerdo. Si por cualquier motivo o a mí no me convence ninguna película, o no le convence a mi hermano, o no hay ninguna que coincida, simplemente desandamos el camino y ya lo intentaremos otro día.

Y es que no es cuestión de gastarse alegremente lo que cuesta el cine (y más si pagas el de dos, más después palomitas y refresco) para ver algo que no te atrae especialmente, ojo que luego puedes tener la mala suerte que aquello que fuiste a ver acabe siendo  un bodrio que no te guste nada. Por eso es que me gusta ir al cine con mi hermano, aunque claro, algo caro sí que me sale :).

13 enero 2008

Preocupaciones de muy lejos

Filed under: Manías — Patrick Ryan @ 13:13
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Cada cultura tiene unas tradiciones muy distintas a otras, así que según que cosas te cuenten, te chocan sobremanera, aún incluso cuando no te son completamente desconocidos. He estado muchas veces en Galicia, en la Galicia digamosle profunda, en las aldeas, donde todo es muy diferente de los núcleos urbanos.

Por ejemplo sé muy bien que allí un cementerio es un lugar que se visita con cierta asiduidad por los familiares, incluso con cierta alegría, que hay gente que siente cierta felicidad por el hecho de tener reservado un panteón o un nicho en el que yacer cerca de los suyos cuando aquí todo acabe. Pero hay gente que va mucho más allá.

Parece ser que en una aldea había un señor que era un manitas y que además lo iba teniendo todo atado. Para el panteón se hizo construir (o no sé si incluso cinceló él mismo) unos capiteles y le explicaba a los vecinos orgullosos la procedencia del mármol y demás. Vamos que hasta debía de pasarse de tanto en cuanto por el cementerio para contemplar lo bonito que estaba el sitio que había elegido para su último reposo.

A todas estas, las casas de las aldeas suelen ser una suerte de remiendos en los que el suelo tiene diferentes niveles, ya que a lo largo de los años igual se aprovechó para hacer un cuarto encima de las cuadras o similares. Obviamente el buen señor, como era un manitas se había ido construyendo la casa teniendo en la parte superior sus dormitorios que llegaban a la parte inferior a través de algunas enrevesadas escaleras. Es lo que tiene construir sin plano, que a última hora igual te das cuenta que necesitas una escalera para acceder.

Y claro llegó un momento en que el hombre se dedicó a fantasear sobre su propio funeral. Y como protagonista principal que era del acto, quería disfrutarlo y tenerlo todo bien atado. En ese planteamiento las escaleras le comenzaron a atormentar. Porque claro, imagínate que al bajarlo por las escaleras así inclinadas estrechas y tal, a alguien se le medio escapa el ataúd, lo llevan con la cabeza hacia adelante y va y se da un golpe en la cabeza.

Hombre, eso no puede ser, así que el tipo se construyó toda una terraza por la parte trasera de la casa para que lo pudiesen sacar por allí.

7 diciembre 2007

Especímenes en vuelo

Filed under: Manías,Viajando — Patrick Ryan @ 20:59
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Al final si algo acabo viendo son los diferentes especímenes que uno se puede encontrar en un avión, cuanto menos en vuelos domésticos, porque los transoceánicos aún no los he probado, y vamos tampoco estoy muy animado a estar tanto tiempo ahí arriba. Lo que uno se encuentra habitualmente:

  • El que llega tarde a la puerta de embarque. Un clásico, hay gente que necesita hacer esperar al resto del mundo. Los hay que lo hacen porque llegan tarde a todos los sitios, y los hay que simplemente primero tienen que acabarse su cafecito de turno.
  • El que se enfada cuando no puede poner su maleta en los compartimentos superiores. Vale que es más cómodo llevarte tu maletita y no tener que esperar que salga por la cinta de recogida de equipaje, pero el espacio que tiene el avión es limitado, si todo el mundo quiere llevar su Samsonite no hay espacio para todos. Los compartimentos están para lo que están, para el equipaje de mano. Personalmente porque no me es posible facturar el portátil, que sino subía al avión sin absolutamente nada encima.
  • El que enciende el móvil nada más aterrizar. Uno que no sabe de estadísticas, la mayor parte de los accidentes de avión ocurren en tierra mientras el avión rueda por las pistas, ya sea una vez que aterriza hasta el lugar del desembarque o desde el lugar de embarque hasta la pista de despegue. Pero los hay que ya ha aterrizado el avión y se ponen a llamar a todo el mundo, igual necesitan demostrar al resto del pasaje lo importantes que son, a saber.
  • El que bloquea el pasillo. Para ocupar su puesto antes tiene que cerrar el paso durante un buen rato a todo el resto.
  • El que comenta la jugada porque ha jugado al Microsoft Flight Simulator, uhmmm, a veces estoy dentro de este grupo, los hay que incluso saben más que el piloto.
  • El que acaricia el fuselaje del avión antes de entrar.
  • El que deja que la maleta se quede dando vueltas y vueltas en las cintas de recogida de equipaje. ¿Como pueden quedar tantas maletas allí solitarias dando vueltas y vueltas?
  • El que se la pasa durmiendo desde que se sienta en la butaca hasta que el avión aterriza, ¡que envidia! la de horas de sueño que recuperaría si fuese capaz de eso.
  • El que le sonríe la suerte y viaja siempre en Bussiness pagando Economy. Que gustazo cuando eres uno de esos afortunados, aunque solo sea en ocasiones.

Amen de otros que ya no recuerdo, o con los que no me he topado 🙂

26 noviembre 2007

Buen presagio

Filed under: Cars,Manías — Patrick Ryan @ 7:00
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No tenía pensado comprar lotería de BroadMation, ni en Madrid ni en Barcelona, hasta que MSMan me pidió si le podía traer un décimo de Madrid. Así que me tocó rebuscar en mi correo para ver donde estaba la administración que tenía la lotería de la capital.

FerrariCalle Emilio Ferrari, ¡¡Ferrari!! eso tiene que ser poco menos que una señal. Lo que ya no sé como cuadrar es el número de la calle, el 27. Pero vamos para eso tenemos en la casa a un ferrarista que sabe como quedó una bala roja en cualquier prueba del mundial de F1 desde que compiten.

Sí vale, que se me puede ir la pinza cuando hablo de Ferrari, textualmente «es rojo, es pasión, es rabía … es Ferrari»; supongo que es algo que escapa a mi propia comprensión, el caso es que no es un coche, es un mito que sé que probablemente no tenga nunca entre manos. Así que no encuentro mejor calle Madrid en la que adquirir un décimo de lotería. Solo que espero que la lógica de no llegar a conducir nunca un Ferrari, no me vaya a confundir la lógica de que no me toque la lotería.

¿Alguien quiere un décimo rosso?

6 octubre 2007

Patrick for president

Filed under: Hogar,Manías,Social ability — Patrick Ryan @ 11:33
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Me gusta como soy siempre el último en enterarme de las cosas, incluso de aquellas que me afectan directamente. Ya me pasó cuando en una reunión me enteré que era presidente del comité de empresa de Broadmation.

Y ayer me acerqué a revisar el buzón del piso, y estaban todos los vecinos reunidos, así que pregunté «ah, ¿que había reunión hoy?». Pues sí y que sepas que eres el nuevo presidente. ¡Toma castaña! Ahora me toca ver si puedo molestar un rato a la vicepresidenta para que me explique lo que tengo que hacer (pagar temas de luz comunitaria,la limpieza y espero que poco más). Yo tenía la esperanza de que hubiese alguna especie de Juan Cuesta que disfrutase ostentando el cargo, y así poder escurrir el bulto; pero no, me ha tocado :(.

23 septiembre 2007

Amo y señor de mi tiempo

Filed under: Cuisine,Manías — Patrick Ryan @ 19:28
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En determinadas ocasiones tengo la habilidad de comportarme como un reloj. Este viernes fue uno de esos momentos memorables. Tenía que ir a cenar con uno de los jefes de BroadMation y su gestora de operaciones. Hora de encuentro: 21h, lugar: el restaurante Bocoi, un sitio medio perdido en Barcelona, en una calle de estas en las que circula alguna moto y gracias.

Por los pelos perdí un tren en Sabadell, así que llegué con retraso sobre un planning previsto. Así que al llegar a Plaza Catalunya, tira que te vas a buscar Via Laietana, dirección al sur (siendo más exactos al sureste) al trote ligero, y teniendo por toda referencia la calle Jaume I. Llego allí, giro a la derecha y me meto en la callejuela que en principio tenía el restaurante. Por fin me planto delante del restaurante. Saco el móvil del bolsillo: 21:00.

¡¡Absolut o’clock!!

16 septiembre 2007

Sinoclock

Filed under: Manías — Patrick Ryan @ 11:33

Como preludio a la depresión postvacacional, que en mi caso además también es prepostvacacional mi reloj decidió unirse al bajo estado anímico dejando de funcionar, pilas ko. Todo eso lo hizo mientras estaba nadando, al consultar cuanto rato llevaba nadando vi que el cronómetro dejó de ir, después fue la aguja del secundero y finalmente el reloj entero.

Con lo bien que me lo paso con el reloj. Si me aburro lo miro cada poco tiempo, por supuesto sin enterarme de la hora que es, mira, me distrae. Y es que como es un pequeño mazacote de acero pesa lo suyo y su presencia se nota, voy sin el y me siento … como desnudo, nada un motivo más para comenzar el curso sin ganas.

Y lo que realmente me molesta del reloj: cada vez que le tengo que cambiar las pilas me lo tienen fuera de circulación como cerca de un mes, una agonia de mes que se hace eterno. Hay gente que se sorprende, pero es que solo me quito el reloj para pasar por los controles de seguridad del aeropuerto, ni para dormir, ducharme; nada de nada. A fin de cuentas es el único adorno que llevo encima, todo y que igual me animo y me vuelvo a poner el trébol.

Tic tac tic tac …

11 septiembre 2007

Peepee

Filed under: De fiesta,Manías — Patrick Ryan @ 21:19

Cada uno tiene sus costumbres, y yo acostumbro a lavarme las manos cada vez que voy al lavabo, para mí es de lo más rutinario … en contra de los teoremas de Torrente. Vale, en los casos que voy con las manos sucias (después de estar haciendo cosas divertidas, o no tan divertidas, a saber) me las lavo antes de manipular material peligroso y por supuesto después.

Y mira, sin embargo al salir de fiesta me encuentro (y aquí por motivos obvios solo puedo juzgar el lado masculino) con mucha gente que no tiene esa costumbre, hacen lo suyo y se vuelven para la dance floor tal cual. Y entre la comunidad de las chicas ¿qué tal esa costumbre de lavarse las manos después de utilizar el lavabo?

Meódromo

Eso me recuerda a un chiste malo de informáticos en el que aparecen gente de Microsoft, Intel y linux. El de Microsoft en el lavabo gasta la tira y media de papel para secarse las manos, argumentando que las cosas, hay que hacerla bien. Los de Intel apenas utilizan un cuadradito minúsculo de papel para secarse las manos, tienen una gran capacidad de optimización. Pero los de linux no utilizan papel «Nosotros no nos salpicamos al mear» …

7 septiembre 2007

International garbage

Filed under: Imagen,Manías,Viajando — Patrick Ryan @ 23:27

GarbageEs curioso las cosas que uno se puede llegar a encontrar por ahí. Esta semana me tocó ir toda la semana a Tarragona, un meneo interesante de kilometros para el fiestita.

Como más o menos tenía las pilas cargadas después de vacaciones, no me resultó demasiado difícil levantarme a las 5:30 y llegar temprano a Tarragona y al cliente, lo cual viene bien para dar un repasito rápido a la actualidad internetera antes de ponerse a trabajar. También así llegaba a tiempo a un aparcamiento al aire libre, ahorrándome así de pagar el párking (que por más que después lo pase como gastos, pues no está de más no tener que ir poniendo dinero por anticipado).

Y nada más salir del coche, algo llamó mi atención, entre la mucha basura tirada que por allí había esa lata de praprykarz szczecinski (que a saber que diantres debe ser eso). Tiene toda la pinta de ser un alimento polaco, pero ¿que leches hace en un aparcamiento público de Tarragona?

¡Vamos! como si no tuviésemos suficiente con la basura autóctona …

25 julio 2007

El indomable de mi pelo

Filed under: Manías,Tonterías — Patrick Ryan @ 7:06

Ya vuelvo a tener el pelo largo. Y por largo estoy diciendo algo así como un poco más de 3 pero menos de 5 centímetros. Algo que podría parecer poco en mi cabezón comienza a ser un auténtico desastre, contra el cual estoy intentando luchar, ya veremos si con o sin resultados.

HairY es que a la que comienza a crecer un poquito se vuelve ingobernable. La densidad de cabello que tengo es considerable y cuando alcanzan determinado tamaño no hay espacio para todos así que se comienzan a retorcer y adoptar formas raras … normalmente a ondularse.

Así mi cabeza parece cubierta por una patata frita Ruffles así en gigante. Es lo que hay. Cuando estaba en tiempo de la universidad, incluso el instituto, estaba tentado de dejarme crecer el pelo, hasta que la cosa se comenzaba a desmadrar y acababa acudiendo al peluquero de toda la vida, al que voy desde que era un mocosillo.

Ahora estoy prácticamente en esa situación, me levanto por las mañanas y me peino pero el resultado es que no lo parece, si llego a salir sin peinar entonces ya sería la bomba el tema.  Pero me he propuesto no visitar al peluquero por lo menos hasta septiembre, para conseguir ese noble propósito me he provisionado de diversos potingues a ver si consiguen el objetivo.

Ambos son productos Fructis de Garnier, un acondicionador HidraLiso y mascarilla de pelo (también HidraLiso). Habrá que dejarles un tiempo y ver si son capaces de hacer algo decente con las lanas que llevo encima, y si es así, a saber si no me animo a dejármelos crecer con un poco de alegría 🙂

13 julio 2007

O’clock

Filed under: Manías — Patrick Ryan @ 20:17

Las últimas reuniones de comité celebradas en Broad Mation las seguí desde el exilio en la navy, para no desplazarme me encerré en el Bunker (a ver donde vas a encontrar más privacidad que allí). Un tema recurrente es el horario de salida, conseguir que a base de hacer unas horas más cada día, se pudiese salir a la hora de comer el viernes.

Reloj DaliY el argumento una y otra vez viene siendo que la gente no cumple con el horario, y como tampoco paso demasiado por la oficina en los últimos tiempo, pues como que no sé que tenga de verdad el tema. En lo que parece que hay consenso es en que la gente que igual no llega puntual puntual, es gente que en muchas ocasiones sale más tarde de la hora de salida, aunque cada cual ve lo que quiere ver.

Por más, lo que se ve que le afecta quien a fin de cuentas ha de tomar la decisión es que haya gente que llegue más allá de la hora y que en cuanto es la hora de salida ya está cogiendo los bártulos y saliendo por la puerta. Y tiene la pinta de cumplirse el famoso refrán de pagar justos por pecadores.

Ni que decir tiene que yo soy de los que cuando es la hora ya está saliendo por la puerta, o al menos recogiendo el portátil para irme, como un campeón. Sin embargo raro es que llegue y no falten al menos 20 minutos para comenzar a trabajar, con lo que de sobra tengo ganado el derecho a salir a la hora.

Y es que el tema de la puntual es una de esas cosas que llevo a rajatabla. Cuando me toca quedar con quien sea a una hora determinada allí estoy normalmente un rato antes, tanto con gente puntual como con quien no lo es, y en este último caso la espera puede ser un aburrimiento terrible. Igual a todo esto la excepción viene por los días que salgo de fiestuqui, que cuando paso a buscar al Maverick acabo llegando con un minuto o minuto y medio de retraso, lo que me causa una angustia que no se puede contar.

Doctor ¿es grave?

4 julio 2007

Historia de un pendrive

Filed under: Manías,Tecnologia,Trabajando,Viajando — Patrick Ryan @ 21:57

Viendo el meme de FiFi sobre las cosas que lleva una mujer en el bolso, o sobre lo que la gente lleva encima. Que por otro lado, el bolso ya no es patrimonio exclusivo de las mujeres, puesto que a día de hoy hay una cantidad considerable de hombres que llevan una especie de bolso, particularmente no me gusta, así que no lo llevo.

Quieras que no, el limitarte a llevar las cosas en el bolsillo hace que no puedas cargar tampoco con una gran cantidad de enseres; en mi caso toda una ventaja porque soy de los que les cuesta una burrada deshacerse de cualquier cosa, todo lo voy guardando, así que si tuviese que carretar encima con tal montón de cosas invervibles iba a desarrollar músculo.

PendriveQue soy un tipo raro no es ninguna novedad, hace unos días a un exjefe que tenía el coche en el taller me tocó de acercarlo a casa por las tardes al salir de la navy, pues bien puso la mochila con el portátil justo encima del irlandés que llevo en el maletero, y cuando le apretan la panza se pone a reír. ¿Que porque llevo un duende irlandés que se rie en el maletero? Entre otros motivos porque me lo traje de Irlanda, y porque nunca lo acabo de sacar del maletero, lo que no recuerdo bien bien es porque está allí dentro, aunque si la memoria no me falla fue porque me lo tuve que llevar a BroadMation cuando tuve que recuperar el cluster y ya llevaba varios días durmiendo menos que Pepe leches.

Pero hay una cosa rara que llevo encima, mi Pendrive, que como se puede ver en la foto no es un pendrive cualquiera. Es una birria de pendrive regalo de Barracuda Networks por hacernos partners o algo parecido. Digo lo de birria porque su capacidad es de solo 64 Mbytes. El caso es que originalmente era bastante majo, hasta que en un viaje a Euskadi en la jaurlaritza de tanto usarlo para mover unas historias de Jreports se le fueron a la porra las carsasas y así lo llevo en la cartera.

Pero es que aún hay más, en una de las visitas a Madrid me lo dejé olvidado en un cliente (llamemosle los billetonis) durante varios meses. Y cuando regresé y me lo devolvieron, toma sorpresa: ostia, no veas que entretenidos los videos que tenías grabados en el pendrive … ¡nos ha jodido! el material casero in fraganti. Ventajas de no tener novia: obviamente no podía ser un video porno … bueno de tenerla tampoco lo sería.

¿Y tú? ¿Que cosa rara llevas en los bolsillos/bolso/loquesea?

24 junio 2007

Pim pam pum fuego

Filed under: De fiesta,Manías — Patrick Ryan @ 18:55

Petardo FelizYa pasó otra noche de San Juan, de las menos ruidosas que recuerdo. Y es que en Catalunya la costumbre es hacer explotar petardos en la víspera de San Juán a diestro y siniestro.

Otros años las semanas anteriores ya sentías explotar a la gente petardos a lo largo del día. Pim, pam, pum y de tanto en cuanto alguno que te sobresaltaba de manera especial por el estruendo que liaba al explotar, como para estar manipulando cosas delicadas.

Sin embargo, este año apenas he sentido explotar petardos durante los días anteriores. No solo eso, el sitio en el que venden los petardos en el barrio, unos días antes era un hervidero de gente que a buen seguro hacía desistir a más de uno de comprar petardos; y este año el mismísimo día de la víspera era factible comprarlos. ¿Será que en general la gente va más apurada y no está como para quemar alegremente el dinero?

Tiempo atrás esta era una fiesta que acababa conmigo. De pequeño me extremecían los petardos, sufría lo inexplicable cada vez que alguno sonaba demasiado fuerte, casi que hacía como los perros que también ese día lo sufren de lo lindo y me iba con el rabo entre piernas a ampararme al rincón más silencioso que lograse encontrar. Más tarde les fui perdiendo el miedo, e incluso durante algunos pocos años tiraba algunos petardos… pero como que no cuajó demasiado el tema, y ya no sé la de años que hace que paso olímpicamente del tema.

Y es que al final cuando suena alguno fuerte de más me acaba sobresaltando igual …

13 junio 2007

Almacén de música

Filed under: Manías,Muzzik — Patrick Ryan @ 6:53

En uno de los anuncios del Renault (o Dacia) Logan, un padre escucha la famosa canción de Locomia mientras espera a su hijo, al entrar el hijo en el coche se apresura a apagar la radio. Supongo que todos tenemos canciones que de tanto en cuanto escuchamos, digamos furtivamente.

Entre toda la colección de música que tengo, alguna que otra pieza extraña tendría que colarse. Alguno podría llamarles freakismos, al final supongo que es una cuestión generacional. Por ejemplo, la canción Las de la intuición de Shakira ahora mismo le gusta a todo el mundo (permítaseme la licencia), igual alguien que la escuche de aquí a 25 años considera que está pasado de onda, o que es casposo, o la expresión que tenga a bien considerar; pues lo mismo con los freakismos que tengo 😉

El primero debió de llegar sin duda por mi afición al motor, cantado por el grupo Los 2 españoles (famoso allí donde los hubiese) y su pedazo de cacho de trozo de canción Monumento al camionero, con un estribillo de lo más «con una mano al volante y con la otra elegante ayudando a los demás», toma toma. Espectacular hasta la portada.

La segunda, el nombre del cantante ya tiene guasa: El cabrero, y su superéxito Calaña ya no es Calaña. Y es que donde hay bueno, hay mejor.

11 junio 2007

Un finde raro

Filed under: De fiesta,Manías — Patrick Ryan @ 6:36

He de reconocer que yo soy un tipo raro, o extraño. ¿Porqué no? Eso de que todo el mundo sea igual es muy aburrido, así que no está de más poner una nota discordante o de color. Pero se encuentra uno cada caso extraño por ahí que casi te da a pensar que igual tan raro tan raro va a ser que tampoco.

El sábado estuvimos por las Carpes del CIM de fiesta, con la novedad de que me despisté y tuvimos que dar la vuelta en la siguiente salida del autopista. Si ya ir a las carpas es un poco enrevesado desde Sabadell, cuando se hace en el otro sentido ni te cuento porque las líneas de la carretera ni se ven, y te tienes que ir imaginando en que punto está el desvío, terrible.

Llegamos y la primera en la frente, una chica delante de la entrada, con un perro en brazos. ¿Pero que haces con un perro en brazos a la entrada de unas carpas? Y no, no es que anduviese por ahí de paseo, porque vienen estando a una distancia más que considerable de cualquier sitio habitado. Ya puestos dentro, para no desentonar, con un trozo de cinta blanca acabé haciéndome una corbata, para practicar que después cuando un día quiera anudarme una me lo tengo que pensar demasiado.

Y cuando salimos, la debacle. Se nos acercan un par de energúmenos, uno gritando «que te doy 5 Euros si me dejas enviar un SMS», y el que venía con él «pues yo te doy 3». Desde luego el tío como negociador no tenía precio. Vaya dos pintas, que los había echado el portero. Total que le dejo el móvil que llame a los amigos que salgan … si lo llego a saber lo lleva claro. Cuando consigue contactar con uno, se pone a berrear «eeeeehhhh, ¡que le digas a mi primo que salga» y otras perlas como «que me traiga las llaves del coche para irme a casa, o si no robo uno», lamentable. Para aderezarlo no pregunta: «¿Y qué, sois de ERC, del PSOE? ¿Porque no seréih del PP eh?», aumentando el grado de lamentabilidad.

Y para acabar el domingo mientras estaba en el bar, que se me acercan un grupo de niños a comprarse un helado. Total que el chaval va y me pregunta si tengo un soplón, como no tengo ni idea de lo que es, le pregunto que se me explique más; el chaval intenta comenzar a explicarse pero se arma un lío del copón y no consigue ni llegar a explicarme que lo que quería era un helado; pero nervioso que se estaba poniendo el crío. Por  suerte, una prima, o hermana o compañera de la pandilla, me dijo que era un helado con no se qué forma y colores. Total que le dije, que ese helado pues no lo tenía, vamos que ni la marca del mismo, ¡pues se me fue el niño llorando!

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